TAMAYO: Una discusión por una supuesta deuda por el arreglo de un vehículo, fue el móvil del hecho en que perdió la v1d4 al hacendado Martín Peña Feliz, de 64 años de edad, residente en la calle principal del municipio de Tamayo, en un incidente ocurrido en horas de la mañana de este viernes, en el tramo carretero Batey Cuatro Batey Cinco.
Según el informe policial, el agresor, confesó que la v1ct1ma le debía la suma de RD$2,000.00 (Dos Mil pesos), por el arreglo de un vehículo, marca MITSUBISHI, modelo Montero de color Verde, ya que el menor homicida es mecánico y electricista.
Narra, que venía montado en el vehículo que conducía el hoy occ1so, cuando terminó de corregir un problema eléctrico y al probarlo y ver que todo salió bien, le estaba cobrando los dos mil pesos producto del trabajo, y que este último, supuestamente se negó, por lo que establecieron una discusión.
“Fue entonces cuando le arrebató la pist0l4 y le ocasionó un disparo en la cabeza y lo dejó tirado en dicho vehículo llevándose la pistola” dice el informe policial.
Al ser cuestionado por los hechos, admitió haber cometido el hecho.
Para cometer el hecho de s4ngr3, el menor utilizó la pistola marca COLT, calibre 45mm. Número 70C93314, de la cual despojó al comerciante y agricultor y que le fue ocupada al momento de ser arrestado.
Al ser levantado el c4d4ver por la médico legista Dra. Mayoris Rivas, quien actuó en compañía del Magistrado Procurador Fiscal Wander Jiménez De León, y el técnico científico de este departamento Neiba Raiber Trinidad Florián, certifico herida por arma de fuego en el cráneo con entrada y salida.
Salió a relucir la rapidez con que las autoridades policiales en la figura del Coronel Llean Elias Matos Mancebo, director de la dotación policial de Neiba y el Mayor Francisco Jiménez Mesa de la unidad de Investigación, quienes solucionaron en tiempo record, apresando al agresor.
El c4d4ver de Peña Feliz, fue enviado al instituto de Ciencias Forense de azua, en cuanto a la pistola se encuentra en poder de las autoridades.
Por Andrés Julio Ricardo y Ramón A Medina